Siguiendo con mi aventura marina.
Aquí me encuentro en el delfinario en el Oceanografic de Valencia. La tentación de tirarme de cabeza a la piscina era grande pero conseguí sobreponerme al calor.
La pena fue que la torpe de la fotógrafa no captara las imágenes de los delfines haciendo su actuación. ¡Humanos! si yo tuviera pulgar móvil ya verían que fotos iba a hacer de estos fantásticos animales.
Voy a ver si me agencio uno como mascota. ¿Qué es raro que una oveja tenga un delfín en casa? Por el amor de Noé, si hay quien tiene esto en su casa...
1 comentario:
¡¡Quiero ese maldito peluche verde!!
Sí, Ove, tú también estás muy bien... aunque me des miedito. Y recuerda: Miaaaaaaaaaaaaau (yo sé que puedes).
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